viernes, 14 de agosto de 2009

Desde la niebla



Muchas veces cruzaba la barrera de mi desconfianza
y depositaba mi fe en tus párpados,
pero el viento soplaba más fuerte
y yo volvía a mi refugio, abrazada de la soledad.
Algo me decía que no debía confiar,
pero yo quería creerte, lo necesitaba.
Así y todo, tú no me viste, no miraste más allá,
Había prisa, mucha prisa y para despejar la niebla
Se necesitaban ganas.
Ahora, tú yaces con los tuyos demasiado lejos de mí
¿Y yo?
Yo miro como la pirámide de poesía me aplasta,
mientras guardo en mis labios cada falsa palabra
que escribiste para mí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como me identifico con tu texto, pero paso hace mucho, igual trato de perder la confianza en los demás, pero trato de ser precavida.

Saludos, buen finde.

Julia Hernández dijo...

Pero lo que nunca se debe perder es la confianza en uno mismo, y hacer de lo vivido grandes experiencias para el futuro. Muy hermoso lo que escribiste. Un abrazo.

Unknown dijo...

"yo miro como la pirámide de la poesia me aplasta"

muy buena expresión
un beso grande
que tengas linda semana

Gabiprog dijo...

Busca el cobijo de las sensaciones, el viento y el reloj haran su trabajo. No olvides, pero en la caja de los caramelos sobran según qué sabores.

Un abrazo.

Jorge Arce dijo...

La pirámide que te aplasta es la misma que puedes escalr para mirar de nuevo al otro lado.

Un abrazo