lunes, 5 de diciembre de 2011

El Velo




Fue tan triste desprenderme de ti
Todo tan violento
aniquilación de momentos
el desplome de tus alas
un silencio forzado e inmenso
que enmudeció el llanto.

Nunca más me vi abrazada a tu cintura
con el pelo al viento.
Nunca más hubo versos
delirantes y ansiosos de tu risa irónica
de tu mirada infernal
se acalló hasta el gutural cantar que nos unía
ni una mirada hacia atrás
ni un lastimero adiós.

...y el tiempo, siempre tan egoísta
avanzó sin piedad
y reí muchas veces
hasta creí amar con locura,
aunque siempre supe
que cada día vivido
era un velo que cubría
y dignificaba mi orgullo destruido.

jueves, 21 de abril de 2011

Gato



Ojos rasgados,
me recuerdas a mis gatos.
Sí, tienes mirada de gato,
sonrisa de gato,
ronroneo de gato.

¿Maullarás en mi esperanza?

Quiero creer que tú también
te pones bajo la luna llena
a contarle de tus sueños venideros.
Y también quiero creer que
no arañarás mi alma herida.

Por eso te miro con ternura
y acaricio tus necesidades,
para que algún día amases mi corazón
como lo hacen mis viejos felinos.

domingo, 17 de abril de 2011

Lo que pasa es que...



Yo no te he olvidado,
lo que pasa es que te he tapado
Tal como se tapa un ataúd,
palada tras palada,
Dejando caer piedras
y pesada tierra sucia encima
En silencio,
en soledad de cementerio,
así sin dudas,
Así te he tapado,
casi hasta el olvido,
pero sólo casi…

Yo no te he olvidado
Lo que pasa es que te he quemado
Tal como se quema la leña
En el fogón pobre y sucio
De una humilde casa sureña
Y luego de intensas llamaradas,
La leña consumida yace derrotada,
Así te he quemado,
Con ganas de quemarte,
Para dejar de sentirte,
Siempre calcinando mi corazón,
Pero no se esfuma la leña,
Porque ella sigue ahí,
Muerta, oscurecida, aniquilada,
Pero sigue, ahí, frente a mí…

sábado, 9 de abril de 2011

LA CIUDAD



Euforia en los movimientos de esta ciudad repelente,

donde hoy todos corren para encender sus lamentos:

cantan, ríen, bailan, beben y nosotros no sabemos

donde meter aquel sentimiento de ver en esta rutina

la decadencia de nuestro pueblo.

Pero a pesar de la embriaguez y de sus miradas perdidas,

yo siento la compasión de nuestra tierra oprimida.

domingo, 20 de febrero de 2011

Demonio Derrotado



Un demonio invade mis sueños apartándome de ti.

Quiere reposar en mis ojos ansiosos de mirar este invierno.

Ha venido de muy lejos y desea ser nuestra barrera.

Añora que lo palpe, que lo desee,

que lo envuelva en este fuego

encendido por ti.


Yo lo ignoro, te juro que lo ignoro.

No pretendo serte infiel,

pero él ingeniosamente penetra en mis sueños,

susurrando lamentos milenarios de amantes atormentados.


La gélida noche se hace perfecta para esta danza.

Mi lucha comienza justo en la madrugada.

¡No he de beber su hiel aunque me obligue su ira!

Mi escudo es tu mirada que reposa en mis recuerdos.

Mi arma es tu voz dulce que susurra en el silencio.


Amor, hemos vencido.

Míralo alejarse derrotado.

Tras él van todos nuestros miedos.



Amanece.


sábado, 6 de noviembre de 2010

Desde el paraíso artificial 1



¿Cómo he de abandonar los paraísos artificiales?
Dímelo tú, que caminas libre de la fatiga de esta vida,
Radiante, sin espejismos y feliz.
A mí me aplasta este amor tan tristemente perdido
Y la amarga esperanza de sentir algún día su corazón.
Entonces, amigo mío, me interno es los paraísos para anestesiar mi sentir
Y así reír con ganas de mí, posiblemente para que no me dé por llorar.
Pero luego retorno del jolgorio, llena de cansancios, de más ganas de morir
Miro el reloj, cuento las horas y me doy cuenta que sigo en el mes de abril,
Donde nacen mis inventos, mis mentiras, todos mis cuentos…
Y de nuevo vuelvo a estos paraísos artificiales, donde tú siempre me acompañas,
Trepando los cerros, perdiéndonos en los recovecos de la oscuridad sin salidas.
Palpando el miserable barro de una tierra árida, sucia y llena de dolores.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Brazos en cruz



Ando de vagabunda por las húmedas calles de Santiago.
El cansancio no lo siento y en mi alma revolotea la paloma blanca.
Mi caminar es lento como el de un fantasma en medio de la niebla
Y Lihn me acompaña cubriéndome con su sabia manta.
Qué paradójico es encontrar tanta paz
en pleno centro de Santiago.
Mientras algunos corren a refugiarse de la lluvia,
otros la esperamos con los brazos en cruz.