lunes, 5 de diciembre de 2011

El Velo




Fue tan triste desprenderme de ti
Todo tan violento
aniquilación de momentos
el desplome de tus alas
un silencio forzado e inmenso
que enmudeció el llanto.

Nunca más me vi abrazada a tu cintura
con el pelo al viento.
Nunca más hubo versos
delirantes y ansiosos de tu risa irónica
de tu mirada infernal
se acalló hasta el gutural cantar que nos unía
ni una mirada hacia atrás
ni un lastimero adiós.

...y el tiempo, siempre tan egoísta
avanzó sin piedad
y reí muchas veces
hasta creí amar con locura,
aunque siempre supe
que cada día vivido
era un velo que cubría
y dignificaba mi orgullo destruido.

1 comentario:

Julia Hernández dijo...

Y así vamos entre la nostalgia de lo que fué y se recuerda, enmudeciendo la palabra con un velo, a veces cómplice del tiempo con un tal vez.... que no llega.
Es una alegría leerte siempre, es algo que me complace mucho.
Un fuerte abrazo y muchas gracias querido Espíritu Azul, siempre serás Azul... no lo olvides.