Ando de vagabunda por las húmedas calles de Santiago.
El cansancio no lo siento y en mi alma revolotea la paloma blanca.
Mi caminar es lento como el de un fantasma en medio de la niebla
Y Lihn me acompaña cubriéndome con su sabia manta.
Qué paradójico es encontrar tanta paz
El cansancio no lo siento y en mi alma revolotea la paloma blanca.
Mi caminar es lento como el de un fantasma en medio de la niebla
Y Lihn me acompaña cubriéndome con su sabia manta.
Qué paradójico es encontrar tanta paz
en pleno centro de Santiago.
Mientras algunos corren a refugiarse de la lluvia,
otros la esperamos con los brazos en cruz.
Mientras algunos corren a refugiarse de la lluvia,
otros la esperamos con los brazos en cruz.
1 comentario:
Cuantas sensaciones de paso lento entre multitudes invisibles, pero tienes muy buena compañía, Lihn.
En la diferencia encontramos la puerta a la belleza y a la grandeza del alma. Bello!!!
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