sábado, 24 de octubre de 2009

Cascada Azul



Detrás de una cascada azul
solía encontrarte a ti:
pleno, sonriente, llenándome de luz.
Yo llegaba llena de cristales
para refrescar tus ojos
y con mis manos abiertas
en señal de mi profundo amor.
Pero un día ya no te encontrabas allí.
Te habías marchado lejos,
abandonando para siempre
la hermosa cascada azul.

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