sábado, 20 de marzo de 2010

Detenida en la estación



Siempre digo que tomaré el siguiente tren
y siempre los dejo pasar, con la fe,
la tonta fe de que algo me espera acá.
Y camino con unas gotas de ilusión a la cafetería
y sentada allí comienzo a escribir todo lo que brota
de esta esperanzada alma que se aferra a mí.
Uno, dos , tres…hasta diez poemas de una sola sentada.
Amor, beso, luz, llanto, luna, fuego y mucho, mucho más.
Hasta que descubro que nada cambiará y aferrada a mis hojas
me dirijo de nuevo a la estación a la espera del siguiente tren.

2 comentarios:

Julia Hernández dijo...

Tantas veces he subido decidida a ese tren y me devuelvo...por un quizás. Pero si tienes fé y te hace escribir tan maravillosamente tus poemas y dejas tanta belleza en ellos , bien vale la pena entonces. Muy hermoso. Un fuerte abrazo.

Unknown dijo...

pienso que si uno partiera en una aventura asì, ya de que escribirìa, la vida serìa el poema, tal vez ese sea el destino?

un beso grande
me encantò lo que dices
Oscar